lunes, 26 de abril de 2021

¡DIOS SALVÓ AL ECUADOR!

La afirmación que se anuncia como título de este artículo puede parecer para algunas personas: extraña, ampulosa o sorprendente, entre otros calificativos, sin embargo, se puede respaldar esta aseveración con diferentes hechos.

1.El ecuador es un país eminentemente católico, creyente y practicante, desde hace mucho tiempo atrás.

2.El 11 de abril del año 2021 se realizó en Ecuador las elecciones electorales de segunda vuelta para las dignidades de presidente y vicepresidente de la República. Las encuestas anteriores a esta fecha señalaban que existía un empate técnico entre las dos candidaturas en contienda, por lo cual era posible que el país pudiera volver a caer en manos de los corruptos socialistas del siglo XXI.

3.Ante esta sombría hipótesis, los católicos (mayoría de la población) nos unimos en oración pidiendo a Dios, nuestro Padre, que “salve al Ecuador” librándonos de la candidatura que representaba un peligro para el futuro de nuestra querida patria.

4.Los resultados oficiales del escrutinio de los comicios del 11 de abril de 2021, dieron como perdedor al binomio respaldado por el populismo-socialismo del siglo XXI.

5.El desgobierno existente en el Ecuador en el período: 2007 – 2021 ha llevado al país a una crisis económica, política, social, ambiental y cultural. La corrupción y la mediocridad han sido las más relevantes banderas del populismo. Pese a que toda la nación se vio afectada, la Provincia de Manabí fue la más castigada por la naturaleza (terremoto año 2016) y por la corrupción e ineficiencia del gobierno de turno, que se robó los recursos extraídos de los contribuyentes para paliar la tragedia.

Sin embargo, en las elecciones del 11 de abril de 2021, el 66.1% de los votantes de la Provincia de Manabí votó a favor del candidato del socialismo del siglo XXI, pese a que fueron traicionados por los dirigentes y caudillos de este movimiento político?

6.Según la página web del Consejo Nacional Electoral – CNE, el binomio ganador de las elecciones del 11 de abril de 2021 en Ecuador, sacó una ventaja de 419.911 votos al perdedor. Cabe resaltar que la Provincia de Pichincha le dio una ventaja al binomio ganador de 466.854 votos. El país ganó en definitiva y quienes votamos en contra del totalitarismo, la corrupción y por el futuro de nuestro país.

Estos antecedentes dan cuenta de las contradicciones que tiene el ser humano y que el propósito divino hizo la diferencia.

¡Gracias Dios!

“Las decisiones de Dios son misteriosas, pero siempre a nuestro favor” (Paulo Coelho)

domingo, 21 de marzo de 2021

ECUADOR: ¿SEREMOS UNA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA O UN NARCOESTADO?

El 11 de abril del año 2021 marcará el destino del Ecuador. ¿Seguiremos siendo una República Democrática o nos convertiremos en un narcoestado?

La paradoja se encuentra en que, pese a que la decisión recae en el consentimiento de 13.1 millones de ecuatorianos aproximadamente, que estarían habilitados para expresar su voluntad en las urnas, la falta de educación de la mayor parte de la población facilita para que populistas demagogos engañen de manera fácil a los ciudadanos, con ofertas de asistencialismo en unos casos imposibles de cumplir y en otros con dádivas que menoscaban su honor y dignidad.

Queremos los ecuatorianos una República: “…forma de gobierno regida por el interés común, la justicia y la igualdad” (RAE). Hablamos de una organización del Estado contraria a la de los regímenes despóticos y tiranos.

O acaso la ignorancia definirá que sin querer ni entender, terminemos siendo un narcoestado: “Forma de gobierno en la cual interactúan las mafias del negocio de narcóticos con las autoridades de un país”. El objetivo de esta organización delictiva ruin y perversa (es el peor cáncer de la humanidad) no es el bienestar de la población, sino secuestrar el poder político para obtener poder económico, para un grupo de cabecillas y sus adláteres.

Hoy más que nunca, entendemos la vital importancia que la educación de calidad tiene en el futuro económico, político, social y cultural de una nación.

Países como: Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Canadá, Japón, Estados Unidos de Norteamérica, entre otros, son una muestra de la relevancia de apostar primero que nada en cimentar la educación de calidad.

En la otra orilla países como: México, Argentina, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Irán, Rusia, entre otros, representan la cara oscura del populismo, comunismo y socialismo trasnochado, donde la mala calidad de la educación ha sido y es tierra fértil para sembrar demagogia, engaño, odio y división entre ciudadanos buenos y malos, ricos y pobres, los que están con el gobierno o en contra de este.

El 11 de abril próximo tenemos la última oportunidad los ecuatorianos sin excepción alguna, de escoger entre: caer en la profundidad de un abismo sin retorno que es el socialismo del siglo XXI y los que lo impulsan y sostienen (Rusia, China, Cuba, Irán) o sujetarnos del brazo de la libertad, soberanía y autodeterminación, como parte de una República democrática, con división de poderes y el respeto de los derechos humanos.

Tenemos un espejo cercano donde mirarnos y es el hermano pueblo de Venezuela, muchos años atrás un país rico en recursos naturales y gente trabajadora, con las reservas de petróleo más grandes del mundo y desde hace más de dos décadas, convertido por las demagogia chavista y madurista y el secuestro del régimen cubano, en una nación donde la igualdad es sinónimo de pobreza, pérdida de la libertad y el éxodo más lacerante de personas pobres que se registra en la era moderna y cuya causa no es la guerra.

¿Votaremos por la supresión de la dolarización y el inicio de una espiral inflacionaria galopante con la instauración de una moneda propia?

Si esto sucede será muy tarde para darnos cuenta de que perdimos el rumbo, nuestros bienes personales y lo más preciado, la libertad.

Despertemos antes de caer en lo que hoy es Venezuela, una nación con carencia de: empleo, vivienda, medicinas, combustibles (gasolinas, diésel, gas) y alimentos, entre otras penurias.

¡Es inverosímil que un venezolano hoy en día tenga que pagar con un billete de 1 millón de bolívares para comprar un solo pan!

Cuesta mucho pensar que solo dependemos de la intuición y en sentido común de la mayoría de nuestros compatriotas para nuestra supervivencia.

“El hambre, el amor, el dolor y el miedo son algunas de esas fuerzas internas que rigen el instinto del individuo para la autoconservación” (Albert Einstein)

domingo, 14 de febrero de 2021

ECUADOR: ¡CAOS ELECTORAL!

Si se quiere aprender: ¿Cómo crear caos en un proceso electoral? Hay que remitirse a Ecuador.

El Génesis de esta debacle está en la Constitución Política del año 2008, cuando gente ideologizada y trasnochada, legisló como poder del Estado a la función electoral.

A partir de esta Constitución Política, que es un mamotreto reglamentado, lleno de artificios y palabrería sin sentido, contradictoria, que confunde y destruye reglas gramaticales, se vino el desastre.

El correísmo metió mano no sólo en la justicia, sino también en el “poder electoral” y la conformación del Consejo Nacional Electoral – CNE, ha sido de manera permanente, con gente afín al ejecutivo, legislativo y a los partidos y movimientos políticos.

La historia reciente en materia electoral en Ecuador da cuenta de la mafia que se enquistó y manejó de manera nada transparente los últimos procesos electorales.

Para las elecciones de 7 de febrero del año 2021, fue evidente que la mayoría de los miembros del CNE no daban la talla por: sus antecedentes, compromisos políticos, falta de conocimientos y experiencia en la materia.

La erradas decisiones y mala organización del proceso electoral para las elecciones de presidente y vicepresidente, asambleístas y miembros del Parlamente Andino, pronto se evidenció.

Para que en Ecuador se cree un partido o movimiento político se requiere contar entre otros requisitos: con las firmas del 1.5% del padrón electoral vigente a la fecha; Esto significa un registro de aproximadamente 196.000 adherentes de un total de 13.1 millones de personas aproximadamente, habilitadas para sufragar.

El CNE no verificó la veracidad de estas firmas y la diáspora de partidos y movimientos políticos para las elecciones antes señaladas, dio como resultado la inscripción de 19 precandidaturas y finalmente la calificación de 16 de ellas para terciar en el proceso electoral de 7 de febrero de 2021.

Los “incentivos” para la creación de partidos políticos que se encuentran en la legislación vigente, ha dado como resultado que existan 24 partidos políticos y 259 movimientos políticos registrados a nivel nacional. Muchos de ellos debieron haber desaparecido si se aplicaba la normativa vigente de obtener al menos el 4% de los votos válidos en dos elecciones pluripersonales consecutivas a escala nacional u otros requisitos menos exigentes.

Esta es una de las formas de crear populismo en una democracia.

Si el padrón electoral sumaba 13.1 millones de potenciales sufragantes y si de esta cifra restamos el porcentaje de ausentismo 18.7% (porcentaje similar al de otras elecciones) los votos válidos darían un monto de 10.7 millones aproximadamente.

Resultaba previsible que la mayoría de los binomios presidenciables no alcanzaría el favor popular por la dispersión de candidaturas y su anonimato.

Tal es así que de las 16 candidaturas que terciaron en las elecciones pasadas: 7 tuvieron menos del 1% de los votos válidos; 4 registran entre el 1% y 2% de los votos válidos y otro binomio alcanza apenas el 2,14%.

Apenas 4 binomios logran superar la barrera del 15% de los votos válidos.

¡La gran mayoría de candidatos obtuvo menos del 10% de los votos (firmas) necesarias para tener vida política!

¿Cómo se explica esto?

En resumen:

Habrá segunda vuelta, la misma que se realizaría el 11 de abril de 2021.

El CNE y sus Miembros fracasaron rotundamente, al gestionar un proceso electoral opaco, sin la debida difusión que ilustre a los votantes (pese a lo cual los ciudadanos y en plena pandemia sanitaria acudieron a las urnas) hubo errores de fondo y forma: Declararon los binomios que irían a la segunda vuelta sin terminar el escrutinio?, error en la elaboración de la papeleta presidenciable en más de 600.000 unidades, errores de conteo de votos en las urnas, ausencia apreciable de firmas de los vocales de las mesas, muchas actas escrutadas con inconsistencias, fallas de escaneo, etc., etc.

El proceso aún no acaba y por lo pronto habrá que recontar el 100% de las actas en la Provincia de Guayas y el 50% de los votos de otras 16 provincias.

Y luego, ¿Qué?

Un triste panorama para un país que ha presenciado una vez más el sainete armado por los politiqueros y sus adláteres.

Los ecuatorianos lamentablemente no aprendemos a diferenciar a los candidatos buenos de los malos, a los que dicen la verdad de los que mienten, a los honestos de los corruptos. Acaso quieren repetir las consecuencias funestas para el país, en lo económico, político, social y moral, producto de un desgobierno delincuencial que dejó como herencia una década perdida (2007-2017)

Quienes no aprenden de la historia están condenados a repetir los errores de sus decisiones.

“La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido” (Milan Kundera) 

viernes, 22 de enero de 2021

ECUADOR: ¿SE DEBERÍA VOTAR POR UN CANDIDATO A LA PRESIDENCIA, QUE ES INCONDICIONAL?

Los seres humanos somos parte de la naturaleza. La Real Academia de la Lengua-RAE, en una de sus acepciones define a la naturaleza como:” cualidad de los seres humanos no modificada por la educación”

El acto humano a su vez se define en otra acepción: “procede de la voluntad libre con la advertencia del bien o mal que se hace”

A su vez se entiende por acepción de personas: “Acción de favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras por algún motivo o afecto particular”

La mayoría de los seres humanos no creemos en ideologías políticas, ya que han sido concebidas con el propósito esencial de capturar el poder en una sociedad y valerse del mismo para fines particulares y/o de grupos de élite, o sea de un grupo minoritario de personas.

En Ecuador se llevará a cabo el 7 de febrero del año 2021, un proceso eleccionario para elegir presidente y vicepresidente del país, entre otras dignidades de elección popular.

La contienda electoral la disputarán “16 binomios” en un país de aproximadamente 17.4 millones de habitantes, repartidos en 24 provincias.

A la fecha no existe en esta República ningún partido o movimiento político que represente ni siquiera al 10% de la población, y que haya tenido esa representatividad en más de 3 o más décadas, por lo cual la atomización de estos “pseudo partidos y movimientos políticos” ha llevado a nuestra democracia a una constante debilitación de la institucionalidad democrática.

En esta feria de oportunismo electoral, el paisaje es variopinto, el “folklore político” no alcanza ni siquiera como una minúscula forma de atraer el turismo extranjero.

Parecería que los ecuatorianos estamos frente al montaje de una obra de teatro de baratillo: “Conjunto de artículos, nuevos o usados, puestos a la venta a bajo precio” (RAE)

Como parte de esta pieza popular y burlesca hay una candidatura títere, que representa a la mayor ignominia pública que han recibido los ecuatorianos desde la fecha en que el Ecuador es República, la década perdida 2007-2017, bajo el nefasto desgobierno correista,

El candidato correista Andrés Arauz, que pretende llegar al poder por las listas 1 y 5, debe tener sus méritos personales, pero su mayor demérito es la pública y abierta aceptación de que representa al expresidente Rafael Correa, alaba la corrupta y mediocre gestión de “gobierno”, fue un obsecuente funcionario correista y pregona las bondades del socialismo del siglo XXI, entre otras perlas.

El expresidente Rafael Correa Delgado ha sido sometido a varios juicios, y en uno de ellos, bajo la carátula de: “Sobornos 2012-2016”, la Corte Suprema de Justicia le sentenció a ocho años de prisión, por haber recibido aportes indebidos para la financiación de su movimiento político Alianza País, de parte de la constructora brasileña Odebrecht, a cambio de millonarios contratos de obra pública en Ecuador.

Además, la Justicia ecuatoriana dispuso pedir a la Interpol la difusión roja para que se detenga a Rafael Correa, quien reside en Bélgica desde el fin de su mandato, el año 2017.

En el supuesto no consentido que el candidato Andrés Arauz fuera elegido presidente del Ecuador para los próximos cuatro años, se cumpliría el eslogan: “Arauz a la presidencia y Correa al poder”, ya que las instrucciones de: ¿Qué hacer?, ¿Cuándo? ¿Dónde? y ¿Para quién?, vendrían de Bélgica.

¿Por enésima vez los ecuatorianos estaremos inmersos en un proceso electoral, en el cual la disyuntiva ya no sería votar por el menos malo, sino por el menos peligroso para la democracia?

    “Es mejor estar callado y parecer estúpido que abrir la boca y disipar las dudas” (Abraham     Lincoln) 

martes, 15 de diciembre de 2020

EE. UU.: ¿TRUMP EN CAMPAÑA PRE-ELECTORAL PARA EL 2024?

Las elecciones realizadas el 3 de noviembre de 2020 en Estados Unidos de Norte América, para elegir presidente y vicepresidente y otras dignidades, dio como resultado el triunfo del binomio demócrata Biden-Harris.

Lo que viene después, de acuerdo con las normas electorales de este país, es un curioso proceso de varias instancias burocráticas, que culminarán con la posesión de las personas electas antes mencionadas, el 20 de enero del año 2021.

Hasta aquí históricamente nada debería producir mayor revuelo, que justifique la atención de los ciudadanos estadounidenses y del resto del mundo.

¿A qué se debe entonces el caos creado por el presidente en funciones Donald Trump?

Entre otras acciones: cuestionó el proceso electoral al afirmar antes de los escrutinios que habría fraude, posteriormente desconoce la voluntad electoral de los ciudadanos, alegando que hubo fraude, fustiga a la mayoría de los medios de comunicación acusándoles de parciales a Biden, presenta demandas a jueces federales y a la Corte Suprema de Justicia, para que se anulen votos en algunos Estados en los cuales perdió y, en definitiva, con su proceder ha intentado socavar la institucionalidad de los Estados Unidos.

En parte, la razón radica en qué con anterioridad a esta elección, nunca ningún presidente de este gran país agrupó en su haber, tantas características negativas como las que adornan al señor Donald Trump.

Estamos según fuentes de opinión serias de USA, frente a un individuo: ególatra, arrogante, inmaduro, irresponsable, empresario inescrupuloso, populista, y para quién el fin justifica los medios.

La historia lo juzgará como el presidente que, con sus protervos intereses personales, logró dividir y polarizar a los estadounidenses, más allá de la histórica pugna entre demócratas y republicanos, en dos nuevos bandos: uno que demuestra racismo, xenofobia, falso nacionalismo e irrespeto a las leyes, y en la otra orilla, aquellos que son tolerantes, quieren vivir en paz, buscando oportunidades a través del estudio, el trabajo y que respeta la democracia y la institucionalidad.

Soy de los que tienen una lectura particular a la situación actual por la que atraviesa los Estados Unidos y, considero que la trama de Trump es calculada y tiene claros objetivos, fundamentalmente para:

1.Prepararse políticamente para las elecciones presidenciales del año 2024; y,

2.Enviar un mensaje a todos sus acreedores.

Punto uno:

Para entender lo supuesto en el numeral primero, considero que sus asesores políticos (populistas) le trazaron un plan de mediano plazo, que a sabiendas que había una alta probabilidad de que perdería las elecciones de 3 de noviembre 2020, por lo cual desde meses atrás se halla inmerso en una campaña preelectoral, con mira al 2024, que le ha rendido hasta la presente fecha muy buenos resultados, al obtener un apreciable apoyo de sus votantes.

Trump ha logrado cosechar un respaldo electoral superior a los 70 millones de votos, cifra importante si se considera que es un outsider del partido republicano (no es afiliado republicano)

Ha situado al partido republicano tradicional en una difícil situación post electoral, ya que éste no tiene figuras afiliadas que puedan hacer un papel importante en los comicios del 2024.

Trump podría liderar una corriente ultraconservadora dentro del partido republicano para los comicios dentro de cuatro años o, buscar presentarse a las próximas elecciones fuera del partido republicano, con expectativas ciertas.

Punto dos:

Se conoce por información de distintos medios de comunicación especializados, que la situación financiera de Trump no es buena y que podría ir camino a la quiebra.

Hay serias presunciones de que las declaraciones de impuestos realizadas por Trump son maquilladas y, que en consecuencia tendría serias dificultades con el SRI de su país, después del 20 de enero del año 2021.

Antes de la fecha en que asumiera la Presidencia de USA, Trump tenía múltiples demandas encausadas por varios acreedores por deudas impagas y que se estima se reiniciarían en el próximo año.

Algunas de estas consideraciones justificarían el comportamiento de Donald Trump ex ante y ex post al 3 de febrero de 2020.

Sus mayores objetivos son: acumular poder y acrecentar riqueza, para lo cual le resulta vital mantenerse en campaña preelectoral permanente, razones que lo convertirán en el principal opositor del gobierno de Biden y, de otra parte, mandar un aviso a sus acreedores que probablemente estaría de regreso a la Casa Blanca en el año 2024 y que, de verse afectado, tomaría represalias, dados los antecedentes y su personalidad.

La historia nos dirá si acertamos quienes pensamos en este escenario, o por el contrario que no pasó de ser una simple especulación.

“La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez” (Winston Churchill)