Basta
de más y más diagnósticos sobre la situación política, social, ambiental y
cultural del país.
Todos
sabemos las necesidades prioritarias que tiene la población ecuatoriana. Existen
decenas de estudios serios, técnicos y sin sesgo político alguno, que a los
grupos corporativos: políticos, económicos, sociales y culturales, sean nacionales
o regionales, no les interesa tratar, en razón de que no les conviene cambiar
el “statu quo”.
De
allí que carecemos de programas y proyectos que perduren más allá de uno o dos
períodos de Gobierno.
Que
los políticos en él Ecuador se convoquen para dialogar, consensuar y elaborar
propuestas de largo plazo, que de manera concertada permitan diseñar políticas
públicas, con un horizonte entre 15 y 20 años, se ha convertido en una quimera,
por causa de intereses particulares y gremiales, en razón de que el único fin perseguido
y de su interés, es adquirir poder y riqueza. El futuro del país es asunto para
los ingenuos y soñadores. Los principios y valores están en extinción.
Hay
interrogantes claves que se deben responder los aspirantes a hacer política, a
la hora de diseñar o dibujar un país:
1.
¿Para quienes? ;
2.
¿Para qué? ; y,
3.
¿Cómo hacerlo?
La
primera es obvia, simple y por demás trillada. Las políticas públicas deben
dirigirse a atender a la gran mayoría de ecuatorianos, que viven en la línea de
la pobreza o por debajo de ella.
La
segunda también es obvia, simple y conocida. Las políticas públicas deben
buscar solucionar el grave problema de la desigualdad, injusticia y
vulnerabilidad que aquejan a la mayoría de la población del país.
Entonces
surge la tercera y desatendida respuesta histórica. Nadie se compromete a
explicitar de manera categórica, planificada y concertada, la manera de hacerlo,
para alcanzar los objetivos fijados y comenzar la aproximación a la solución
definitiva del grave problema nacional, que es salir del “statu quo”.
El
¿Cómo?, es lo crucial y lo que debemos exigir a todos los aspirantes a
intervenir en la política y que quieran optar por una nominación para los
cargos claves.
Ya
es hora de no dejarnos convencer con: discursos vacíos, campañas de marketing que buscan vendernos un producto llamado “candidato”,
estrategias de descalificación de adversarios para ganar con deméritos de otros
la ausencia de méritos propios, ofertas demagógicas mágicas que de la noche a
la mañana solucionan todo, etc.
Somos
corresponsables de lo que pasa en el país, por lo tanto exijamos mínimo a los
candidatos a las más altas investiduras, lo siguiente antes de las elecciones:
1. ¿Con què partidos
y/o movimientos políticos han llegado a acuerdos formales de largo plazo, de
llegar a ocupar los cargos de elección popular que aspiran y, sobre qué temas
puntuales se han comprometido a sostenerlos en el tiempo (15 a 20 años)?
2. ¿Con qué cuadros
humanos cuentan para cada cargo importante de la función pública, bajo la
jurisdicción que aspiran obtener (compromiso de publicar la hoja de vida individual
en Internet)?
3. ¿Realizarán una
declaración pública juramentada de bienes y publicarán en Internet?,
4. ¿Publicarán por
Internet el plan económico y social propuesto?,
5.
¿Cuáles son los
recursos humanos y económicos necesarios y que están contemplados en el plan
económico y social propuesto, de què fuentes provendrán los recursos, cuáles
serán las leyes que se proponen modificar o eliminar y que nuevas leyes se
propondrán y con qué finalidad?,
6.
¿ De ser elegidos
para los cargos aspirados (casos de Presidencia de la República Asamblea
Nacional) propondrán se convoque a una Asamblea Constituyente?,
7. ¿Se comprometen públicamente a respetar y
promover la alternancia democrática?