martes, 25 de abril de 2017

¿RESILIENCIA?



”Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos” (DRAE).

Ante la realidad política, económica, social y cultural que viven algunos países de nuestra región con signos evidentes, tales como: polarización política en la población, ruptura de la institucionalidad, crisis económica con aguda recesión, serias deficiencias en los sistemas de salud, educación, vivienda, seguridad y generación de empleo y fracturas de la sociedad en lo ético y moral,  surge irremediablemente, la urgente necesidad de visualizar vías de solución a esta problemática, que afecta de manera inexorable el destino de todos los ciudadanos sin distinción alguna.

Visualicemos dos casos cercanos y con grados de similitud uno con el otro. Por un lado la triste y dura realidad por la que atraviesa Venezuela, situación que no se puede ocultar con propaganda, discursos nacionalistas y denostando al que piensa diferente o no se encarrila en la “ideología” de los que ostentan el poder y no se resignan a perderlo.

En similar orilla está el caso de Ecuador, donde tampoco se puede negar de manera objetiva, desinteresada y apasionada, la seria situación política, económica y social por la que atravesamos. 

Esta situación tiene su origen en la desacertada conducción del país por parte de la clase política tradicional, que busca retener el poder como fin supremo, para lo cual el fin justifica los medios.

La verdad amarga tomada como ejemplo de lo que sucede en muchos países cercanos, para la “clase política” tradicional, para aquellos que han elegido formar y/o pertenecer a un partido o movimiento político (“actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos“-DRAE) salvo honrosas excepciones, el fin en la praxis no es servir a los intereses de todos los ciudadanos, por el contrario es servirse de la función pública con fines individuales, grupales y/o partidistas.

El árbol genealógico político que se podría dibujar hoy en día, para el Socialismo del Siglo XXI, en algunos países de nuestra región, tendría la siguiente presentación:

Asamblea Constituyente .......Constitución híper presidencialista......Ejecutivo autócrata con: 

1.       Congreso obsecuente;
2.       Justicia rehén;
3.       Consejo electoral obediente;
4.       Entidades de control subordinadas;
5.       Gobiernos Provinciales y Cantonales dependientes económicamente; y,
6.       Sociedad civil carátula.

Este diagnóstico sumario que no requiere de mayor análisis nos lleva a una pregunta obvia:
¿Cómo salir de ésta encrucijada?

La respuesta es dual: ¡difícil y fácil!

Difícil, porque hay que sortear innumerables obstáculos: constitucionales, normativos, reglamentarios, competencias, conductas culturales, actitudes, principios y valores éticos y morales, entre otros.

Hay la urgente necesidad de solucionar la crisis política, económica, social y cultural que tienen estos países, en mayor o menor grado, con carencias fundamentales, tales como: desistitucionalidad, falta de empleo productivo, alto nivel de subempleo y desempleo, ineficaz sistema de salud pública, sistema educativo dirigido y no consensuado, enorme déficit de viviendas propias, alto costo de la vida, resultado básicamente por la ausencia de políticas que incentiven la producción, eleven la productividad, competitividad e innovación, continuismo del modelo agroexportador, inconsulto proteccionismo y ausencia de políticas públicas que atraigan la inversión extranjera directa.

De otra parte, existe un excesivo protagonismo del Ejecutivo en actividades para las cuales no cuenta con las competencias requeridas, hay ausencia de jerarquización y priorización en muchas de las inversiones públicas, excesivo gasto público no acorde con el tamaño de la economía, elevado nivel de la deuda pública e inadecuadas condiciones en su contratación, inseguridad jurídica que frena y desincentiva la inversión privada interna y extranjera, entre otros aspectos.

Fácil, en teoría. Existen experiencias llevadas a cabo con éxito en otros países como por ejemplo: España, Chile, Irlanda, etc. donde el pueblo harto de la clase política presionó hasta en las calles, para que los políticos piensen en función de país y dejen a un lado sus diferencias “ideológicas” y antagonismos, y lleguen a concertar. Resulta evidente que es fácil dialogar sobre temas que son comunes para cualquier sociedad y por ende deben ser tratados por los políticos, independientemente de su visión partidista, tales como: Educación, salud, vivienda, empleo, crecimiento económico, infraestructura física, producción, comercio exterior, sector financiero, etc.

Entre la visiones cerradas, de un polo político que sostiene que el Estado debe controlar y manejar todo y la del otro polo político que defiende que el sector privado debe sujetarse solo a las “reglas del mercado” (oferta y demanda) y que el mercado encuentra los equilibrios, no es posible que exista diálogo y peor aún se llegue a consensos.

Los extremos no son buenos para ningún país y por ende para su población, en cualquiera de los aspectos señalados anteriormente.
¿Cuándo aprenderán los políticos que se requiere de pragmatismo?

Los mandantes, o sea el pueblo debe conminar a los políticos a dialogar, concertar y llegar a acuerdos, para que cuando sean mandatarios gracias a su voto, viabilicen políticas públicas de largo plazo que tengan como objetivo que los ciudadanos tengan una vida digna, en libertad, con paz y progreso.

Hay que erradicar: dogmatismo, clientelismo, asistencialismo y caudillismo. Estas prácticas populistas crean pan para hoy y hambre para mañana.

Repetir mil veces una mentira no la convierte en verdad, un pueblo culto y educado no se traga ruedas de molino, no acepta que algo falso se convierta en verdadero. El demagogo busca seducir al pueblo apelando al aspecto emocional de las personas y con el uso intenso de la propaganda, factura que termina pagando siempre el pueblo.

La verdad es un valor fundamental, indubitable, claro y sin lugar a tergiversación, no puede el pensamiento y obra de los politiqueros convertirse en engaño con la utilización de artificios, presentando al pueblo, a través de diversos medios de comunicación lo contrario de lo que se sabe.

La concertación, objetivo racional, se consigue a través del diálogo sincero, patriótico y democrático, pero incluyente. Para ello hay que anteponer los objetivos nacionales que son de largo plazo, a los interese particulares que  buscan captar poder para por este medio alcanzar prebendas y riqueza material para unos pocos, los del grupo, algo deleznable.

La verdadera solución para un país democrático y republicano no está en adoptar el modelo socialista, ni el modelo capitalista, tampoco  se trata de copiar una tercera vía de modelo político y económico como sostienen ciertos políticos. Hay que construir una única vía, ajustada a la realidad de cada país, sin membrete ni patente alguna, que provenga de un proceso de CONCERTACIÓN, que permita que los sectores público y privado trabajen juntos con transparencia, patriotismo y por los mismos propósitos.

Importa como fin supremo únicamente el bienestar de toda la población, el presente y futuro de las familias, que en un marco de equidad se busque convergir en el tiempo a la igualdad de todos los ciudadanos, eliminando rezagos negativos del pasado, sin discriminación alguna y cumpliendo los principios fundamentales consagrados en toda Constitución democrática, donde prime una verdadera democracia, institucionalizada, con plena libertad de expresión y con los contrapesos vitales de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

Los ecuatorianos necesitamos practicar una persistente resiliencia, para superar la desilusión que nos dejado la clase política a lo largo de la historia.

¡El destino de un país es demasiado importante como para dejarlo en manos de los políticos tradicionales!
 
“El único Estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley” (Aristóteles).

jueves, 6 de abril de 2017

¡CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA!



El título de este artículo no tiene relación directa con la séptima novela del laureado escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez, (“Crónica de una muerte anunciada”-publicada en 1981)

Utilizaremos como referencia para explicar: un símil, una semejanza, entre el relato de la novela antes mencionada, y lo acontecido en las elecciones realizadas en Ecuador el 19 de febrero y 2 de abril del 2017.

La comparación tiene su asidero en que tanto el relato de la novela en referencia como lo sucedido en las elecciones citadas, parten de hechos que ya eran de conocimiento público.

En la novela de García Márquez, todo el pueblo de Manaure conoce que Santiago Nazar, va a ser asesinado por los hermanos de Ángela Vicario, para vengar la supuesta deshonra sufrida por ella de parte de Santiago.

Previo a las elecciones presidenciales del 2 de abril del 2017 en Ecuador, todo el país conoce que partiendo de la Constitución de 2008, redactada por la Asamblea Nacional Constituyente conformada en su mayoría por militantes del movimiento político del Gobierno, y a partir del referéndum constitucional de septiembre de 2008, que aprobó dicha Constitución, se crearon cinco funciones (poderes):

1.       Función Ejecutiva;
2.       Función Legislativa;
3.       Función Judicial;
4.       Función Electoral; y,
5.       Función  de Transparencia y Control Social.

Las dos últimas funciones son nuevas.

La Función Electoral está administrada por el Consejo Nacional Electoral – CNE y el Tribunal Contencioso Electoral, organismos en teoría independientes, pero en la praxis, se presume como dependientes del Poder Ejecutivo.

Los siguientes hechos avalan esta presunción:


  • La norma legal vigente que permite que los militantes de partidos y movimientos políticos, puedan ser miembros de los organismos administrativos del cuarto y quinto poder.La mayoría de los miembros de los organismos del cuarto y quinto poder tienen afinidad política con el poder ejecutivo: por pertenecer o haber pertenecido al movimiento de gobierno, haber trabajado y/o asesorado en otras instancias de poder o entidades públicas dependientes o controladas por el ejecutivo.
  • En los concursos para las dignidades de los organismos administrativos del cuarto y quinto poder, según denuncias hechas públicas, casualmente ganan los aspirantes que han tenido relación con el ejecutivo y/o legislativo.
  • El Presidente ha manifestado públicamente (no es textual) que el poder ejecutivo representa al Estado, y que por lo tanto, los otros poderes deben estar subordinados al poder ejecutivo??
  • Un alto jefe de las Fuerzas Armadas, denunció públicamente, la ruptura de la cadena de custodia a cargo de ellos, en la primera vuelta electoral.
  • La sorpresiva caída del sistema informático por aproximadamente 20 minutos, en un momento crítico, esto es, cuando se reflejaban los resultados de la voluntad popular, a través de la página WEB del CNE (segunda vuelta).

·       Según algunos actores políticos, que participaron en las contiendas electorales de febrero y abril del 2017, se les negó entre otras peticiones:
o   La participación, entre otros, de observadores de la Unión Europea.
o  La auditoría del proceso electoral planificado para las elecciones del 2017, en especial del sistema informático, antes de que se inicien las campañas electorales.
o La igualdad en el acceso a recursos para competir en la campaña electoral en el 2017, entre el candidato oficialista y los otros candidatos.
o La intervención del CNE, a fin de evitar las transgresiones a la normativa electoral, y que quedó en evidencia, con el uso de recursos públicos en favor de la candidatura oficialista, en perjuicio de las otras candidaturas.
o La utilización de propaganda no autorizada por el CNE, conforme normas legales vigentes, de parte de la candidatura oficialista y en detrimento del candidato opositor (Ej. anuncios en medios de transporte público en la ciudad de Guayaquil).
o  La participación directa del ejecutivo en la campaña electoral (referencias a las otras candidaturas en las sabatinas) e indirecta (promoción e inauguración de obra pública) durante el período de las campañas.

Por lo anteriormente expuesto, parecería evidente para por lo menos la mitad de los ecuatorianos, que en las elecciones realizadas en el 2017, y para ponerlo en términos deportivos, los partidos se jugaron en cancha inclinada, a favor de la candidatura oficialista.

Cabría entonces preguntarse, emulando al gran escritor Gabriel García Márquez, lo sucedido en este proceso electoral fue:

¿CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA?

A manera de corolario cabe reflexionar sobre dos particularidades que deben preocupar a todos los ecuatorianos, sin excepción alguna:

Primera: Existe una incuestionable polarización en la sociedad ecuatoriana, aproximadamente 50% de la población quiere un cambio al modelo político, económico y social vigente en el país y el otro 50% está por el continuismo.

Segunda: Si como resultado de la elección presidencial del 2 de abril de 2017, la candidatura ganadora no tiene la debida legitimidad, esto es, que su mandato no proviene de la voluntad popular expresada en las urnas por los mandantes, y que no se actuó con total transparencia, la gobernabilidad será un espejismo, una quimera.

Bajo este escenario no cabe hablar de ganadores ni perdedores entre la clase política. 

El único perdedor será el país, el pueblo ecuatoriano.

“No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad” (Aristóteles- Filósofo Griego)