martes, 15 de diciembre de 2020

EE. UU.: ¿TRUMP EN CAMPAÑA PRE-ELECTORAL PARA EL 2024?

Las elecciones realizadas el 3 de noviembre de 2020 en Estados Unidos de Norte América, para elegir presidente y vicepresidente y otras dignidades, dio como resultado el triunfo del binomio demócrata Biden-Harris.

Lo que viene después, de acuerdo con las normas electorales de este país, es un curioso proceso de varias instancias burocráticas, que culminarán con la posesión de las personas electas antes mencionadas, el 20 de enero del año 2021.

Hasta aquí históricamente nada debería producir mayor revuelo, que justifique la atención de los ciudadanos estadounidenses y del resto del mundo.

¿A qué se debe entonces el caos creado por el presidente en funciones Donald Trump?

Entre otras acciones: cuestionó el proceso electoral al afirmar antes de los escrutinios que habría fraude, posteriormente desconoce la voluntad electoral de los ciudadanos, alegando que hubo fraude, fustiga a la mayoría de los medios de comunicación acusándoles de parciales a Biden, presenta demandas a jueces federales y a la Corte Suprema de Justicia, para que se anulen votos en algunos Estados en los cuales perdió y, en definitiva, con su proceder ha intentado socavar la institucionalidad de los Estados Unidos.

En parte, la razón radica en qué con anterioridad a esta elección, nunca ningún presidente de este gran país agrupó en su haber, tantas características negativas como las que adornan al señor Donald Trump.

Estamos según fuentes de opinión serias de USA, frente a un individuo: ególatra, arrogante, inmaduro, irresponsable, empresario inescrupuloso, populista, y para quién el fin justifica los medios.

La historia lo juzgará como el presidente que, con sus protervos intereses personales, logró dividir y polarizar a los estadounidenses, más allá de la histórica pugna entre demócratas y republicanos, en dos nuevos bandos: uno que demuestra racismo, xenofobia, falso nacionalismo e irrespeto a las leyes, y en la otra orilla, aquellos que son tolerantes, quieren vivir en paz, buscando oportunidades a través del estudio, el trabajo y que respeta la democracia y la institucionalidad.

Soy de los que tienen una lectura particular a la situación actual por la que atraviesa los Estados Unidos y, considero que la trama de Trump es calculada y tiene claros objetivos, fundamentalmente para:

1.Prepararse políticamente para las elecciones presidenciales del año 2024; y,

2.Enviar un mensaje a todos sus acreedores.

Punto uno:

Para entender lo supuesto en el numeral primero, considero que sus asesores políticos (populistas) le trazaron un plan de mediano plazo, que a sabiendas que había una alta probabilidad de que perdería las elecciones de 3 de noviembre 2020, por lo cual desde meses atrás se halla inmerso en una campaña preelectoral, con mira al 2024, que le ha rendido hasta la presente fecha muy buenos resultados, al obtener un apreciable apoyo de sus votantes.

Trump ha logrado cosechar un respaldo electoral superior a los 70 millones de votos, cifra importante si se considera que es un outsider del partido republicano (no es afiliado republicano)

Ha situado al partido republicano tradicional en una difícil situación post electoral, ya que éste no tiene figuras afiliadas que puedan hacer un papel importante en los comicios del 2024.

Trump podría liderar una corriente ultraconservadora dentro del partido republicano para los comicios dentro de cuatro años o, buscar presentarse a las próximas elecciones fuera del partido republicano, con expectativas ciertas.

Punto dos:

Se conoce por información de distintos medios de comunicación especializados, que la situación financiera de Trump no es buena y que podría ir camino a la quiebra.

Hay serias presunciones de que las declaraciones de impuestos realizadas por Trump son maquilladas y, que en consecuencia tendría serias dificultades con el SRI de su país, después del 20 de enero del año 2021.

Antes de la fecha en que asumiera la Presidencia de USA, Trump tenía múltiples demandas encausadas por varios acreedores por deudas impagas y que se estima se reiniciarían en el próximo año.

Algunas de estas consideraciones justificarían el comportamiento de Donald Trump ex ante y ex post al 3 de febrero de 2020.

Sus mayores objetivos son: acumular poder y acrecentar riqueza, para lo cual le resulta vital mantenerse en campaña preelectoral permanente, razones que lo convertirán en el principal opositor del gobierno de Biden y, de otra parte, mandar un aviso a sus acreedores que probablemente estaría de regreso a la Casa Blanca en el año 2024 y que, de verse afectado, tomaría represalias, dados los antecedentes y su personalidad.

La historia nos dirá si acertamos quienes pensamos en este escenario, o por el contrario que no pasó de ser una simple especulación.

“La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez” (Winston Churchill)