Se dice que algo es obsoleto cuando se considera que es
anticuado o inadecuado a las circunstancias actuales.
Esta definición bien podría aplicarse en general a todo tipo
de organizaciones públicas y privadas, nacionales e internacionales.
El cambio es una constante en un mundo moderno, donde la
tecnología de la información y comunicación (TIC) entre otros aspectos, están
transformando día a día la forma de relacionarnos en una sociedad globalizada.
Sin embargo, a manera de ejemplo existen organizaciones que
por su importante rol mundial y regional, no han evolucionado a la par que los
cambios que se han producido en temas económicos, sociales, culturales,
ambientales (para mal), etc.
La Organización de las Naciones Unidas – ONU y la
Organización de Estados Americanos – OEA, son dos casos emblemáticos.
ORGANIZACIÓN DE LAS
NACIONES UNIDAS – ONU:
Fue creada oficialmente hace 75 años, un 24 de octubre de
1945 al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente con la participación
de 50 países para tener en la actualidad a 193 países miembros.
El objetivo fundamental de su creación fue el mantener la paz
y la seguridad mundial, consolidar la democracia, preservar los derechos
humanos, etc., luego de que el mundo y en especial la población civil, sufrieron
los horrores de dos guerras mundiales.
Mucha agua ha corrido en 75 años de vida de la ONU, su
existencia ha sido en general positiva para una mejor convivencia humana, sin
embargo por factores de geopolítica, recursos naturales y varios aspectos
sociales, económicos y religiosos, no han faltado guerras más focalizadas en
casi todos los continentes, actos de barbarie, migraciones forzadas, y lo que
es peor, se ha acentuado el estigma de la desigualdad y la vulneración de los
derechos humanos.
Los mecanismos que posee la ONU en la actualidad no son
acordes con la complejidad del mundo globalizado en que vivimos, de ahí que
vemos desde hace mucho tiempo atrás, que muchas de sus intervenciones para
solucionar o impedir conflictos o actos contrarios a sus postulados son
inadecuados e ineficientes.
Un ejemplo reciente da luz a estas afirmaciones.
La crisis humanitaria, económica y social por la que atraviesa
Venezuela es por demás conocida y no amerita mayor aclaración. Una dictadura
cruel, histriónica e incompetente, liderada por una mafia de delincuentes organizados
y corruptos, mantiene secuestrados a aproximadamente 28 millones de habitantes
(hay aproximadamente 4 millones de emigrantes).
En julio de 2019 la Alta Comisionada para los Derechos
Humanos, por encargo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, señora Michelle
Bachelet, presentó un informe al mencionado Consejo sobre la situación de los
derechos humanos en Venezuela en el período: enero 2018 y mayo de 2019.
En resumen cabe destacar que el referido informe dice que se
han producido en Venezuela aproximadamente 7.000 ejecuciones extrajudiciales y
que la política del régimen de Maduro es “neutralizar, reprimir y criminalizar
a la oposición política”
En octubre 17 de 2019 la Asamblea de las Naciones Unidas
eligió a 14 nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos, y entre ellos, fue
electo el representante del Régimen del Dictador Maduro de Venezuela, con el
voto favorable de 115 países (con el apoyo de algunos países del Movimiento de
Países No Alineados – África y Asia)
¿El victimario es
miembro de un Organismo creado para proteger a las víctimas?
¿Se puede entender tamaña barbaridad?
ORGANIZACIÓN DE ESTADOS
AMERICANOS – OEA
Nace hace aproximadamente 70 años, el 30 de abril de 1948 y
en la actualidad la integran 35 países.
Entre sus objetivos están: mantener la paz y la seguridad en
el Continente Americano, buscar la solución pacífica de controversias,
solucionar los problemas políticos y jurídicos de la región, velar por los
derechos humanos, etc.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, creada
en 1959, es un órgano principal y autónomo de la OEA, cuyo fin principal es
velar por los derechos humanos y denunciar el cometimiento de actos contrarios
a este principio fundamental de la Carta de la OEA, que expresa textualmente:
"el sentido genuino de la solidaridad americana y de la
buena vecindad no puede ser otro que el de consolidar en este Continente,
dentro del marco de las instituciones democráticas, un régimen de libertad
individual y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos
esenciales del hombre".
Bolivia tiene en el poder desde 2006, al ciudadano Evo
Morales, el mismo que pretende consolidarse en el poder, por cuarta ocasión y
por cualquier medio.
Mediante Referéndum celebrado en febrero del año 2016, el
pueblo boliviano se pronunció con un 51.3% del electorado por un NO rotundo, a la descarada maniobra del
autócrata Evo Morales de perpetuarse en el poder alterando la Constitución
vigente.
Sin embargo mediante un artilugio esgrimido por Morales: “que
se le está coartando su derecho humano a ser candidato a una elección popular
presidencial”, logró que el Tribunal Constitucional de Bolivia, bajo su
control, se pronuncie a su favor, y así se vulneró la voluntad popular expresada
en el mencionado Referéndum, permitiendo su relección de manera
inconstitucional.
Paradójicamente y contrariando lo que expresa la Carta de la
OEA, en mayo del año 2017, el Secretario de la OEA, señor Luis Almagro, viaja a
Bolivia y respalda la posición de Morales y la decisión del Tribunal
Constitucional, al expresar que “sería absolutamente discriminatorio” no
permitir la candidatura del Presidente Morales en las próximas elecciones de
octubre de 2019.
¿El representante de la OEA convalida un acto contrario a la
voluntad soberana del pueblo boliviano, expresada en un Referéndum conforme
establece la Constitución elaborada por el partido político del señor Evo
Morales?
¿Qué pasa en la OEA, qué pasa en el mundo?
¡Los principios y
valores éticos y morales a la basura!
¡Estamos regresando a una sociedad tribal, donde la ley del
más violento, audaz e inescrupuloso es la que impera!
¿Para qué sirven las Organizaciones Internacionales como la
ONU y OEA si operan en función de conveniencias políticas y económicas y quién
sabe de otra naturaleza?
¿Deberíamos acuñar una nueva cara del populismo? La
trasnacional de gobiernos de “países amigos” - “países compadres”, donde yo te apoyo
si tú me recompensas? (te doy petróleo gratis a cambio de tu voto, etc. etc.)
¿Acaso en el futuro próximo, en lugar de elegir a miembros de
los poderes del Estado, se deberá elegir, involucionando, al Jefe y
lugartenientes de una mafia de delincuentes organizados en los países: productores
de drogas, capturados por el narcotráfico, permisivos en la trata de personas, con
competencia en la producción y comercio de armas, etc.?
¡Dinero, poder y
deshonestidad, un cóctel maldito!
“La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política” (Francisco de Quevedo)