Sostengo que el crecimiento económico es una condición
fundamental en toda economía, pero no suficiente, para lograr la creación de
empleo de calidad y bienestar social.
Son las políticas públicas correctas que se implementen, adecuadas
a la realidad de cada país, las que en definitiva permitirán alcanzar un
desarrollo sostenido (equilibrio entre sociedad, economía y medio ambiente) y sostenible
(tasas de crecimiento de la economía de poca volatilidad)
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe –
CEPAL, en su último Informe Preliminar de diciembre de 2019, indica que se ha
producido una desaceleración de la demanda interna asociada a otros factores,
tales como: baja demanda agregada externa y la fragilidad de los mercados financieros
internacionales.
La CEPAL determina que “…el panorama macroeconómico de los
últimos años muestra una desaceleración tendencial de la actividad económica,
con una disminución del producto interno bruto (PIB) per cápita, caída de la
inversión, baja en el consumo per cápita, menores exportaciones y un sostenido
deterioro en la calidad del empleo”
Es sintomático el hecho de que la región apenas creció en el
año 2019 en un 0,1 % en promedio. El período 2014-2020, sería el de menor
crecimiento de América Latina y el Caribe en los últimos 70 años.
Este bajo crecimiento de la riqueza en la región desnuda la
poca productividad laboral, que según el informe aludido, en las últimas
décadas sería un 40% menor que la tasa de la Unión Europea.
Para el año 2020 la CEPAL proyecta las siguientes tasas de
crecimiento del PIB:
1. Países del Caribe = 5,6 %;
2. América Central = 2,6 %; y,
3. América del Sur = 1,2%
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL (Alicia Bárcena) declaró
en la presentación del Informe Preliminar antes aludido: “Ante este escenario
la región no aguanta políticas de ajuste y requiere de políticas para estimular
el crecimiento y reducir la desigualdad. Las condiciones actuales necesitan que
la política fiscal se centre en la reactivación del crecimiento y en responder
a las crecientes demandas sociales”
Es aparentemente contradictorio que cuando la mayoría de
países de América Latina y el Caribe se encuentran con algunos indicadores
positivos (salvo el PIB): bajos niveles de inflación, reservas internacionales
aceptables, favorable panorama de tasas de interés bajas en los mercados
externos, acceso a mercados financieros internacionales, etc.; debido a
inadecuadas políticas económicas y sociales, y a la inseguridad jurídica (producto
de la demagogia de la clase política regional) el riesgo país, entre otros
aspectos, constituyan en la práctica diques que frenan el flujo de la inversión
extranjera directa.
La CEPAL propone “… reactivar la actividad económica mediante
un mayor gasto público en inversión y políticas sociales”
“…para dar cuenta de las demandas sociales, los esfuerzos
redistributivos de corto plazo deben complementarse con aumentos en la
provisión y calidad de bienes y servicios públicos”
Es apremiante la necesidad de superar el escollo de “planes
económicos y sociales” actuales de corto plazo, que coinciden con los períodos
de los gobiernos en la región de 4 a 6 años, y que son un obstáculo insalvable
hoy por hoy.
La concertación económica y social tan necesaria, parece una
utopía difícil de alcanzar por la mediocridad de la clase política actual.
Sin embargo con visión pragmática la sociedad tiene que
obligar a la clase política de manera impostergable, primero con el voto y si
es necesario en las calles, a que mediante el diálogo transparente, con
renunciamiento a la demagogia y en función de país, lleguen a acuerdos concertados
con la participación y colaboración de la academia y otros actores de cada
país, así como, con la colaboración de organismos multilaterales de desarrollo,
como: Naciones Unidas, Banco Mundial, OEA, CEPAL, entre otros, a fin de que se
construya una propuesta económica, social y ambiental de largo plazo.
En Ecuador ya se produjo un avance en este sentido en el año
2006, actuando como facilitador el Banco Central del Ecuador- BCE, institución
autónoma e independiente: técnica, financiera y administrativa en esa época. El
producto de este trabajo duerme en los archivos del “nuevo” BCE, sin acceso
libre a su contenido, menoscabando el derecho a la información que consagra la
Constitución Política.
Es difícil comprender que en el siglo XXI existan personas
que crean que son dueños de la verdad y que no aceptan a las piensan de manera
diferente a ellos, es una más de las formas de intolerancia.
Ecuador es un caso paradigmático, desde el año 2007 hasta la
presente fecha no atisba el horizonte, pese a contar con enormes recursos
financieros producto de los altos precios del petróleo exportado.
Durante más
de una década se dilapidaron los recursos públicos, debido, a más de las causas
señaladas en el párrafo anterior a: ineptitud, corrupción, clientelismo, abuso
de poder, afectación a la institucionalidad, dogmatismo y ausencia de políticas
públicas concertadas de largo plazo.
“NO SENTIR LA AVIDEZ DE RIQUEZAS ES UNA GRAN RIQUEZA; NO TENER LA MANÍA DE GASTAR ES UNA RENTA” (Cicerón)
LOS POPULISMOS ESTAN DESTRUYENDO LA VERDADERA DEMORACIA REPUBLICANA. ¿Qué hacer con los políticos?
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