jueves, 31 de agosto de 2017

¡CORROMPIERON AL ECUADOR!



La década transcurrida entre los años 2007 a 2017 en el Ecuador, podría recalificarse como: “década corrupta” y debería ser para el olvido, pero la realidad de su implicación en la sociedad, impide este propósito por innumerables hechos ocurridos en este período, la mayoría de ellos negativos para el país en su conjunto, destacándose en particular la corrupción galopante que llegó a corroer hasta los cimientos de la nación, todo gracias a la insurgencia del peor de los populismos conocidos en su historia republicana.

Los hechos hacen pensar que todo se inició con un plan minuciosamente elaborado por los politiqueros de siempre, aquellos que nunca llegaron al poder, pero que tenían ansias locas por alcanzarlo: ex – guerrilleros, resentidos sociales, comunistas, socialistas, anarquistas, arribistas, insurgentes, politiqueros fracasados, etc. Esta situación coincidió en el momento exacto cuando se arrastraba un largo período de inestabilidad política, económica y social en el país y que se evidenciaba en el descontento popular acumulado por causa de los desgobiernos que fueron expulsados del poder, por su ineficiencia e inexperiencia, entre otros aspectos.

Consiguieron que se desestabilice el Congreso Nacional, sustituyendo a los miembros principales por los suplentes, penetraron la justicia para conseguir jueces obedientes, coptaron los organismos de control, engañaron al pueblo con consignas nacionalistas, con un discurso trillado y fuera de contexto en pleno siglo XXI, como luchar contra el imperialismo yanqui, la clase media alta y los empresarios que tenía mucho dinero, calificándoles de “pelucones”, creando así una división de clases entre pobres y ricos, buenos y malos, nacionalistas y pro – imperialistas, sumisos al gobierno y opositores por disentir de sus postulados, etc.

Implantaron la idea que era necesaria una asamblea constituyente, para dibujar una constitución hiperpresidencialista, con la cual debilitaron a los poderes legislativo y judicial, además de adecuar la legislación de todos los organismos de control del estado. Pero también crearon otros dos poderes, la Función de Transparencia y Control Social y la Función Electoral, con fines de consolidar el poder total.

Modificaron leyes y normas de manera de poder viabilizar el control que la función ejecutiva tendría sobre las otras funciones del estado, estableciendo un sistema de aparente “meritocracia”, mediante el cual llegaron a ocupar la gran mayoría de las distintas dignidades en todas las funciones del estado, curiosamente con  gente afín al gobierno, colonizando todo el andamiaje público, para poder ejercer desde el poder ejecutivo la voluntad de un gobernante autócrata.

La bonanza económica, especialmente por los altos precios del petróleo exportado, más la alta carga impositiva y el endeudamiento interno y externo, fueron las fuentes que llenaron las arcas fiscales de dinero que se dilapidó, primordialmente en obra pública, la misma que se evidencia que no fue adecuadamente planificada, sin priorización y jerarquización, sin un adecuado análisis de costo-beneficio, ni estudios técnicamente realizados, creando en la mayoría de ecuatorianos una suerte de encantamiento de estar frente a un gobierno proactivo y exitoso, preocupado por la modernización y el crecimiento del país.

Paralelamente, cabe suponer que la intención objetivo fue construir un andamiaje que permitió que la corrupción florezca, especialmente en la obra pública, que facilitó el  contubernio entre lo público y lo privado, con la ejecución de obras faraónicas (la pseudo refinería del Pacífico), obras innecesarias (aeropuertos inutilizados: Tena y Santa Rosa), hidroeléctricas con enormes sobrecostos (Coca Codo Sinclair, San Francisco, Manduriaco, etc.), planta de gas con graves fallas de construcción (Bajo Alto), etc. etc., son innumerables los casos también en otros sectores de la economía, que se encuentran bajo procesos judiciales o en los cuales hay fuertes evidencias de corrupción.

Se privilegió la participación e injerencia relevante de las empresas extranjeras pertenecientes a países afines al gobierno nacional y/o a ciertas empresas privadas, nacionales y extranjeras, impidiendo de esta manera la participación de la gran mayoría de empresas privadas nacionales, que en algunos casos terminaron siendo subcontratadas por las del exterior para la ejecución de la obra de infraestructura física, con obvios sobrecostos.

La “década corrupta” (algunos sumisos dirán que es cuestión de semántica) sustituye a la “década ganada” y paulatinamente los casos de corrupción pública van saliendo a la luz, existiendo ya varios casos que se encuentran con procesos judiciales.

Por ciertas evidencias perecería ser que se trata de solo la punta del iceberg de la mega corrupción perpetrada y que tiene su epicentro en la obra pública, la cual de manera especial deberá examinarse mediante auditorias técnicas independientes y de procedencia extranjera, para determinar con objetividad la real dimensión del perjuicio causado al país y procesar a los responsables (funcionarios públicos y empresarios privados) para que mediante una justicia “independiente” no quede en la impunidad el inmenso latrocinio perpetrado al país.

Corrupción no solo es entre otras definiciones la apropiación indebida de recursos, en particular del dinero de otros (del pueblo) en el caso que nos ocupa, también es:
·    Dejar en la impunidad los casos que han sido evidenciados y aquellos que surjan de auditorías técnicas, independientes y que realicen técnicos extranjeros calificados.
·    No judicializar los casos descubiertos, tipificando correctamente el tipo de delito cometido y sancionarlos con todo el rigor de la Ley.
·     No recuperar para el país, los dineros y bienes mal habidos, mediante una Ley de extinción de dominio, que persiga el dinero y los bienes de los involucrados en los diferentes tipos de delitos penales, sin que exista lugar a prescripción de las acciones judiciales que  correspondan, a fin de recuperar los recursos robados al pueblo.

Pero paralelamente, es de crucial importancia que la sociedad en su conjunto, lo público con lo privado, inicien una campaña intensa y de largo aliento que llevará décadas, con el propósito de educar a las nuevas generaciones de ecuatorianos en principios y valores, éticos y morales. Sin este elemento, la corrupción no solo que no se erradicará, sino que crecerá más y más, hasta convertirse en una suerte de metástasis.

Para desgracia de América Latina y de algunos países de otros continentes, el populismo y la pérdida y/o ausencia de educación en principios y valores en una buena parte de la población, es el caldo de cultivo para que individuos audaces y que se creen mesiánicos, engatusen a la gente, atropellen la democracia y sus fundamentos, para terminar como lo que realmente son, unos vulgares “ladrones”.

“El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva es que el fin justifica los medios” (Georges Bernanos)

“El poder no corrompe. El miedo corrompe, tal vez el miedo a perder el poder” (John Steinbeck)

4 comentarios:

  1. ¡NOS ROBARON NO SOLO LA PLATA DEL PUEBLO SINO TAMBIÉN LA ESPERANZA!

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  2. LOS CÍNICOS DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI QUIEREN UNA CONSTITUYENTE AL ESTILO MADURO PARA QUE LA MEGA CORRUPCIÓN QUEDE EN LA IMPUNIDAD

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  3. Hay que pasar de las ofertas a las acciones, o el pueblo pensara que se trata de un show, montado entre los anteriores y los nuevos del gobierno???

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  4. ¡QUEREMOS QUE DEVUELVAN LA PLATA ESTOS CÍNICOS QUE SE BURLARON DE LA CONFIANZA DEPOSITADA POR EL PUEBLO ECUATORIANO!

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