lunes, 26 de agosto de 2019

EL VOTO: ¿DERECHO Y OBLIGACIÓN?


Los derechos humanos universales que se consagraron en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas – ONU (1948) y que han sido recogidos en otros acuerdos internacionales, cita entre otros el siguiente: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión”

El derecho al libre sufragio es una forma de expresión política.

En la gran mayoría de países del mundo el voto es un derecho de libertad para que los individuos expresen su voluntad en las urnas, sin la contracara de que el “voto es obligatorio”

En pocos países de Europa el voto es obligatorio (Bélgica, Grecia, Italia, Chipre y Luxemburgo). En contraste con varios países latinoamericanos, entre los cuales se cuenta Ecuador, el voto es obligatorio.

La Constitución Política vigente en Ecuador, en el Capítulo III - De los Derechos Políticos, en relación al voto en los sufragios expresa lo siguiente:” Art. 27.- El voto popular será universal, igual, directo y secreto; obligatorio para los que sepan leer y escribir, facultativo para los analfabetos y para los mayores de sesenta y cinco años. Tendrán derecho a voto los ecuatorianos que hayan cumplido dieciocho años de edad y se hallen en el goce de los derechos políticos…” (Lo resaltado en negrillas es mío)

Resulta una paradoja que se fusione derecho con obligación, cuando se trate de que los ciudadanos tengan que concurrir por obligación a las urnas en los procesos electorales para elegir Presidente, Vicepresidente, miembros de la Asamblea General, Alcaldes, Prefectos, etc.

El derecho al sufragio que tenemos los ciudadanos es personal – personalísimo, y no cabe obligación alguna, bajo ningún argumento político o de otra especie.

¡Nos asiste el derecho a no pronunciarnos políticamente, si no es nuestra voluntad!

El voto no debe ser producto de una Ley que nos coaccione bajo amenaza de sanción con: multas, cárcel, pérdida de derechos civiles, etc.

El voto se convierte en obligatorio por causa de penalidades que castigan la inobservancia de una norma.

Según la Real Academia Española – RAE: se daría un voto de reata “que se da sin conocimiento ni reflexión, y solo por seguir el dictamen de otro”

¡El voto en un sufragio debe ser voluntario y no obligatorio!

Las razones que esgrimen los políticos para incluir el voto obligatorio en la Constitución de algunos países (particularmente latinoamericanos) son entre otras:

1. Permite que la población más pobre acceda a su derecho de elegir a sus gobernantes,
2. Es una de las prácticas propias de toda democracia,
3. Restringe que en las elecciones ganen los candidatos que tienen mayor dinero,
4. Obligar a votar en un sufragio es un verdadero acto cívico, etc.

Contrariamente a la argumentación antes señalada, el voto obligatorio ha prostituido aún más a la política en la mayoría de países donde existe esta norma. El populismo y la demagogia han asentado raíces con el voto obligatorio, consiguiendo seguidores gracias a dádivas en: dinero, ofertas de cargos públicos, contratos de obras y servicios públicos, etc.

Estos politiqueros de pacotilla hacen piruetas en las Juntas Electorales con los votos escrutados: a su favor, nulos, en blanco e incluso con las abstenciones.

Los políticos populistas luego de engañar y confundir al pueblo con ofertas irrealizables de resolver en un período de gobierno (4 a 6 años) todos los problemas de empleo, vivienda, servicios básicos e infraestructura, principalmente, una vez que llegan al poder, se transforman en autócratas, reyezuelos o dictadores.

El resultado del voto obligatorio es mayor decepción de los ciudadanos en la política y los políticos, así como, en los sistemas electorales.

Los países menos desarrollados no crecen sostenidamente y alcanzan el bienestar para la población con asistencialismo generalizado, sino con políticas públicas coherentes e integradas, en las que la educación sea el eje transversal y donde se planifique a largo plazo y concertadamente.

Las democracias de papel son las que los socialistas del siglo XXI dibujan para mantenerse en el poder, enriquecerse con los recursos del Estado y dividir a la sociedad, entre buenos y malos.

¡Es urgente realizar una consulta popular que permita que los ecuatorianos nos pronunciemos  con libertad, por la eliminación del voto obligatorio en los sufragios!

Tenemos el derecho de saber por quién y para qué votamos, con libertad de participar o no en los sufragios, si no existe transparencia e integridad en los partidos políticos, sus candidatos y planes de políticas públicas integrales.

“Yo propondría que los políticos no fueran personajes públicos” (Jorge Luis Borges)


2 comentarios:

  1. ESTOY DE ACUERDO HAY QUE SUPRIMIR DE LA LEY LA OBLIGACIÓN DE VOTAR, ES UNA COMPLICIDAD CON LOS CORRUPTOS.

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  2. Los políticos no solo se roban los dineros del pueblo, también sus esparanzas. No votemos por ellos, botemos a la basura sus falsas promesas.

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