viernes, 20 de octubre de 2017

¡FRAUDE!

Fuimos víctimas del mayor fraude en la historia republicana del Ecuador durante el malhadado período de Gobierno de la llamada revolución ciudadana (2007 – 2017) nos mintieron, engatusaron, despojaron de nuestros derechos consagrados en la Constitución Política, destruyendo las instituciones.

Pero lo que no lograron y jamás podrán es robarnos la esperanza, los ecuatorianos aprendimos una dura lección, cuya consecuencia es que jamás deberá regresar al poder el autócrata culpable de la debacle en que sumió al país.

Según la Real Academia Española – RAE:

“FRAUDE”

“1. M. Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete.
2. m. Acto tendiente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros.
3. m. Der. Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos, o de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses opuestos”

El escritor e historiador inglés Donald Rayfield en su libro “STALIN Y LOS VERDUGOS” (10/2003-Taurus) describe la historia de las aberraciones y crímenes cometidos por el régimen Stalinista y la creación de la policía política secreta llamada “CHEKA”, bajo la conducción de cinco personajes entre los cuales había uno llamado Félix Dzierzynski, el cual buscaba hombres de “corazón ardiente, cabeza fría y manos limpias” para que formaran parte de este cuerpo represor.

Este antecedente no tendría mayor significación en la vida pública ecuatoriana, sino fuera por el hecho de que por “casualidad” el eslogan acuñado por el gobierno de la década 2007 – 2017, de: “manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes” carece de autoría (originalidad) como la gran mayoría de los cambios que se atribuye en los ámbitos de la legislación, normas y políticas, la mal llamada revolución ciudadana. (Este hecho fue advertido por el constitucionalista, Antonio Rodríguez Vicéns, en un artículo publicado en el diario El Comercio, el 7 de septiembre de 2010)

Lo acontecido en la década antes referida ha demostrado que lo que existió en lugar de “manos limpias” fueron manos sucias, contaminadas, infectadas. Convirtieron el dinero de los ecuatorianos a través de la obra pública, en botín y despojo, para beneficio de altos funcionarios del Estado, cómplices y sumisos, que compartían no una ideología, sino un fin común, enriquecerse a costa del Estado a través de una política de saqueo de los fondos públicos.

Las autodenominadas “mentes lúcidas” no fueron capaces de administrar una bonanza económica del Ecuador (básicamente por causa de los altos precios del petróleo exportado, factor exógeno a medidas adoptadas por el gobierno) comenzando con la ineficacia e incompetencia de un Presidente autócrata, sus inmediatos colaboradores y demás funcionarios públicos, que no solo carecían de conocimientos, experiencia y  personalidad, sino que terminaron desde Ministros para abajo como mano de obra, servil, obediente y sin carácter, los mismos que fracasaron en todos los aspectos de la gestión pública: económica, social, cultural, ambiental, etc. realizando una gestión mediocre, pobre y simple, que se constata en la enorme cantidad de obras y proyectos fallidos que son de conocimiento público, a nivel nacional e internacional.

Los “corazones ardientes” se evidenciaron en el odio trasmitido como medio utilizado para dividir a los ecuatorianos entre buenos y malos, se acudió a la confrontación estéril para hostigar al opositor y, en lugar de respetar al que piensa y opina distinto, se le persiguió, estigmatizó y judicializó, para silenciarlo.

La burla y el escarnio reemplazó al diálogo, a las necesarias propuestas de política pública y a un indispensable llamado a la concertación nacional. En la mayoría de las intervenciones del jefe de gobierno y especialmente en la tribuna denominada “sabatina”, este destiló: odio, amargura, resentimiento, desprecio, rabia, sentimientos negativos, impensables que podrían emanar de la primera autoridad del gobierno de un país civilizado!!!

¡Hoy Ecuador se encuentra en una encrucijada!

¿Podemos los ecuatorianos y los posibles inversionistas extranjeros confiar en la conducción autónoma del actual gobierno, que parecería que no cuenta con el suficiente respaldo del propio movimiento político al cual pertenece?

Un caso evidente es el siguiente: El actual Presidente de la República le retiró todas las funciones que le asignó en su oportunidad al Vicepresidente, por causa de encontrarse este último, envuelto en una serie de acusaciones de asociación ilícita, derivada de contratos de obra pública en sectores bajo su responsabilidad, cuando ejercía cargos públicos en áreas estratégicas en el anterior gobierno, debido a que existían serias presunciones de culpabilidad que podrían ser materia de tipificación incluso de otros tipos de delitos penales. En otras palabras le retiró su confianza.

La Fiscalía General de la Nación pidió la prisión preventiva para el Vicepresidente, posteriormente el Juez competentes ordenó su encarcelamiento y la prohibición de salir del país. Finalmente el tribunal competente negó el recurso de habeas corpus solicitado por el abogado defensor del Vicepresidente.

Con lo anteriormente enunciado, ¿Cómo entender que los miembros de la Asamblea Nacional, del mismo movimiento político al que pertenece el Presidente de la República y que son mayoría en dicha Asamblea, bloqueen el juicio político a un Vicepresidente preso, sin funciones, con prohibición de salir del país y sobre el cual recaen serias presunciones de actos de corrupción?

¿Es posible gobernar un país sumido en una grave crisis económica, política, social e institucional con los antecedentes expuestos?

Este hecho de vergüenza ha trascendido lo nacional y es causa de incredulidad en la comunidad internacional.

¿Hasta cuando los ecuatorianos que somos los mandantes vamos a permitir que nuestros mandatarios (asambleístas, funcionarios del ejecutivo, justicia, consejo electoral, participación ciudadana y organismos de control) que dependen de la voluntad popular hagan y deshagan a su capricho y arbitrio, sin que les importe los sagrados intereses del pueblo ecuatoriano?

¡Para poder creer en el campo de lo político es necesario ver!

Estamos hartos de tanta politiquería, mentiras, corrupción, irrespeto a las leyes, inseguridad, en definitiva al fraude consumado.

En la lista de ideologías políticas parecería que el “socialismo del siglo XXI” ha mutado a “socialismo neoliberal”. Sería bueno que este fenómeno político nos expliquen los politólogos.

Si no hay cambios verdaderos que eliminen de raíz el amarre institucional de la década pasada, el futuro del país es un espejismo más, una quimera.

“En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario” (George Orwell)

“Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo” (Abraham Lincoln)

5 comentarios:

  1. ¡HASTA QUE NO SALGAN LOS CORREISTAS DEL GOBIERNO NO HAY CREDIBILIDAD ALGUNA!

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  2. ¿CUANDO LOS POLÍTICOS ANTEPONDRÁN EL PAÍS A LA IDEOLOGÍA QUE LES BLINDA, FRENTE A LA REALIDAD DEL MUNDO ACTUAL?. ACASO SE PUEDE SEGUIR ENGAÑANDO POR SIEMPRE A UN PUEBLO INCULTO, CON PURA DEMAGOGIA. ES PARA REFLEXIONAR Y CAMBIAR ESTE TRISTE FUTURO EN LAS URNAS.

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  3. Nos robaron la plata y la ezperanza en 10 años de propaganda fascista.

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  4. Basta de tantas palabras y ofertas, el Ecuador necesita hechos y cambios verdaderos. La paciencia de un pueblo tiene límites, sería frustante regresar a la época en que el cambio era cambiar de presidentes.

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  5. A la càrcel los ladrones de la plata del pueblo y que les quiten todos los bienes.

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