miércoles, 17 de enero de 2018

¡CONFIANZA!

Desde los albores de la humanidad una de las cualidades que más se ha valorado en las relaciones individuales y de grupo, ha sido la confianza.

Los seres humanos desde cuando carecían de conocimientos que les permitiesen vivir de otra forma que no fuese de la cacería y/o pesca y formaban pequeños grupos de hombres y mujeres nómadas, para poder sobrevivir, habían descubierto que tenían que confiar mutuamente.

En otro estadio más avanzado de la historia de la humanidad, cuando sus conocimientos crecieron y descubrieron como crear fuego, la agricultura, el pastoreo, se transformaron en tribus y se volvieron sedentarios.

Posteriormente, al formarse mayores concentraciones de seres humanos que vivían unos con otros, fue necesario que existan reglas que viabilicen una adecuada convivencia entre sus miembros, pero para que las mismas se apliquen y respeten, era imprescindible la confianza y la necesidad de su existencia. 

La sociedad y las naciones se han construido sobre los cimientos de la confianza.

Pero, ¿qué es la confianza?

Según la Real Academia Española de Lengua – RAE, en una de sus acepciones, la confianza es: “esperanza firme que se tiene de alguien o algo”

Muchas de las virtudes que adornan a los seres humanos y que pueden estar presentes en el tiempo en cualquier sociedad, pasan a segundo lugar cuando nace el germen de la desconfianza.

Las elecciones llevadas a cabo en Ecuador el 17 de febrero de 2017, bajo el control del Consejo Nacional Electoral-CNE, en particular el escrutinio concerniente a la dignidad presidencial, fue objeto de cuestionamientos por una buena parte de la ciudadanía, que acusó al ente rector entre otros calificativos, de falta de transparencia.

El país vivió tensas semanas de movilización de personas partidarias de movimientos y partidos políticos, así como de ciudadanos no afines a la política, que desde el propio día 17 de febrero de 2017, sitiaron la sede del CNE, acusándoles a sus miembros incluso de “fraude electoral”.

¿Cuál fue el detonante de esta cuasi rebelión?

No podría decirse con objetividad que el detonante haya sido la “caída del sistema informático” por aproximadamente 20 minutos, cuando en el conteo por parte del CNE de datos oficiales, el candidato opositor aventajaba al candidato oficialista.

La causa primigenia se encuentra en que los miembros del CNE a cargo del proceso electoral del 17 de febrero de 2017, no contaban con la confianza de una inmensa mayoría del pueblo ecuatoriano, según lo reflejaban muchas encuestas realizadas con anterioridad al proceso electoral antes mencionado y que daban cuenta de la poca credibilidad que se tenía en sus miembros por su cercanía al gobierno de Alianza País.

Un año después, esto es el 4 de febrero de 2018, el pueblo ecuatoriano se encontrará ante un nuevo proceso electoral, la Consulta Popular convocada por el actual Presidente de la República, que será administrada por el mismo CNE que fue objeto de severas críticas.

Los ecuatorianos tienen total derecho en democracia a votar “si o no” a las 7 preguntas de la Consulta Popular antes referida.

Independientemente de la relevancia que este nuevo proceso electoral tenga para la vida democrática del Ecuador, adquiere substancial importancia la credibilidad respecto a la forma y fondo del escrutinio a realizarse, el mismo que debe llevarse a cabo con absoluta transparencia.

Traería tranquilidad y paz al país, si las autoridades del CNE actúan con total imparcialidad y, a más de cumplir con lo que determinan las Leyes sobre la materia y actuar con profesionalismo, como es su deber, invitan a observadores internacionales de prestigio como: Naciones Unidas, Unión Europea, OEA y personalidades de países que viven desde hace décadas en una auténtica democracia, para así “recuperar la confianza perdida” y evitar que existan dudas respecto a si se torció la voluntad del electorado.


“No me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no pueda creerte” (Friedrich Nietzsche)

2 comentarios:

  1. ¡CONFIAMOS EN DIOS, PERO DESCONFIAMOS DE LOS POLÍTICOS AQUI Y EN TODO EL MUNDO!

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  2. ¡PARA CONFIAR HAY QUE CREER QUE SE DICE Y PRACTICA CON LA VERDAD!

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