LO BUENO:
Ecuador es un pequeño país situado en América del Sur, con
una extensión territorial de 283.561 km2 y una de las mayores biodiversidades
del mundo, en cuatro regiones: Amazonía, Sierra, Costa y región insular (Islas
galápagos). Cuenta además con una población de aproximadamente 17 millones de
habitantes.
Sus riquezas naturales son impresionantes: se considera que
el país es el número uno en el mundo en ríos por cada metro cuadrado, el 20%
del territorio es zona ecológica, cuenta con reservas probadas de petróleo 8.3
mil millones de barriles, tierras de cultivo fértiles que podrían alimentar a decenas
de millones de personas, climas diversos (seco y húmedo) y microclimas diferentes
a poca distancia (selva, páramo, nevados y playas) por su flora y fauna Ecuador
está en la lista de países megadiversos.
El país cuenta con yacimientos de: oro, plata, cobre,
manganeso zinc, molibdeno, etc.
El potencial turístico es enorme, por la ubicación geográfica
(línea ecuatorial), riqueza cultural que viene desde hace 12.000 años antes de
Cristo, posteriores culturas indígenas en la Costa, Sierra y Oriente (Valdivia,
Chorrera, Machalilla, Tolita, etc.) y la
ulterior ocupación Inca.
Muchas de las ciudades del país tienen su particular encanto por
su: arquitectura, gastronomía, tradición, folklore, calidez humana, paisaje,
etc.
La capital, Quito, fue la primera ciudad en el mundo en ser
declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Tiene un
Centro Histórico de 320 hectáreas, 40 iglesias y 16 conventos y monasterios y
aproximadamente 5.000 inmuebles patrimoniales.
LO MALO:
Mucho se puede hablar sobre las vicisitudes que ha tenido que
sufrir el pueblo ecuatoriano a lo largo de su historia, principalmente por
causa de malos gobiernos y particularmente, de la corrupción organizada que” gobernó”
el país durante la década 2007-2016.
La política es el mal endémico del país, salvo excepciones ha
sido la rémora que ha impedido el crecimiento y desarrollo del Ecuador.
Los políticos mejor descritos como “politiqueros” se han
instaurado para servirse de los inmensos recursos naturales y humanos en
desmedro de la función de servicio para el cual fueron elegidos.
La apropiación indebida de los recursos del Estado por años,
ha derivado en que los poderes tradicionales: Ejecutivo, legislativo y judicial
se conviertan en verdaderas asociaciones para delinquir en contubernio, elevando
la corrupción a su máxima potencia.
Los autores intelectuales, cómplices y encubridores del robo
del siglo, gozan de total libertad de movilización y usufructo del dinero robado
al pueblo ecuatoriano.
El dinero de los recursos naturales no se ha dirigido a obras
y servicios en favor de los ciudadanos, sino a las cuentas bancarias,
inversiones y bienes de las mafias institucionalizadas.
La inversión extranjera no viene al país primordialmente por
la inseguridad jurídica vigente y dentro de su contexto resalta en alto grado
la corrupción existente, la falta de transparencia y la impunidad.
LO FEO:
Un proyecto de “Ley de extinción de dominio” se encuentra encajonado
por más de diez años en la Asamblea Nacional. ¿Qué intereses poderosos impiden
que se convierta en Ley y se proceda a recuperar el dinero mal habido?
La impunidad ha campeado a tal nivel, qué de aproximadamente
70.000 millones de dólares robados, hasta la presente fecha no se haya recuperado
“un solo dólar”.
La verborrea no para en el país desde los cuatro puntos
cardinales, pero como decían nuestros abuelos: “hechos y no palabras”
La sociedad ecuatoriana se siente engañada y defraudada con
falsas promesas de un futuro mejor por falsos gobernantes que se han creído
mesiánicos, ha sido sometida a grandes sacrificios con impuestos y deuda
pública, pero la dura realidad es que muchos gobernantes han destruido la
confianza, la esperanza y la credibilidad del pueblo.
“El hombre superior actúa antes de hablar, y luego habla de acuerdo a su acción” (Confucio)
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